Lauryn Hill, talento en estado puro.
“Fantasy is what people want, but reality is what they need”
"The Fugees" fueron una de las bandas más importantes de los noventa; formada por nuestra protagonista y sus compañeros Wyclef Jean y Pras Michel, el término proviene de "refugee", refugiado, lo que nos brinda una idea del contenido social y reivindicativo de la formación. Tras un primer álbum de éxito bastante moderado, llegó "The Score" y la versión de "Killin' me softly" de Roberta Flack que les catapultó al éxito, vendiendo 18 millones de copias a nivel mundial y consiguiendo dos grammy. Poco tiempo después cada uno de los miembros de la banda tomó caminos alternativos dentro del mundo de la música. En el caso de Lauryn Hill, "The miseducation of..." supuso su disco debut en solitario.
El título ya nos hace intuir la linea reivindicativa que ha caracterizado a Lauryn desde sus comienzos. Diez años después "The miseducation..." no ha perdido un solo ápice de calidad. Y es que este largo fue una auténtica mezcla de innovación y clasicismo, poesía y lirismo a partes iguales. Sus giros llegan a estremecer y sus letras se clavan en lo más profundo. La temática ahonda en lo personal (sobre todo el nacimiento de su hijo) sin faltar a concepciones tanto políticas como sociales de la época.
En un cancionero de tamaña grandeza, tal vez destaquen "To Zion" (con un Santana al más alto nivel), "Doo wop (That thing)", "Nothing even matters" (tremendo dueto con D'angelo), "Everything is everything", "The miseducation of Lauryn Hill" o "I used to love him" (junto a su amiga Mary J Blige). Melodías de piano, instrumentaciones de viento, orquestaciones de cuerda, bases crudas, fusión de soul, hip-hop y r&b y letras profundas son la tónica de este disco, que lejos de mostrarnos la falta de educación de Lauryn Hill nos demuestra que talento tiene de sobra.
El título ya nos hace intuir la linea reivindicativa que ha caracterizado a Lauryn desde sus comienzos. Diez años después "The miseducation..." no ha perdido un solo ápice de calidad. Y es que este largo fue una auténtica mezcla de innovación y clasicismo, poesía y lirismo a partes iguales. Sus giros llegan a estremecer y sus letras se clavan en lo más profundo. La temática ahonda en lo personal (sobre todo el nacimiento de su hijo) sin faltar a concepciones tanto políticas como sociales de la época.
En un cancionero de tamaña grandeza, tal vez destaquen "To Zion" (con un Santana al más alto nivel), "Doo wop (That thing)", "Nothing even matters" (tremendo dueto con D'angelo), "Everything is everything", "The miseducation of Lauryn Hill" o "I used to love him" (junto a su amiga Mary J Blige). Melodías de piano, instrumentaciones de viento, orquestaciones de cuerda, bases crudas, fusión de soul, hip-hop y r&b y letras profundas son la tónica de este disco, que lejos de mostrarnos la falta de educación de Lauryn Hill nos demuestra que talento tiene de sobra.
