Elizabeth Withers - It can happen to anyone

Elizabeth Withers-Mendes interpreta el papel de "Shug Avery" desde hace dos años en el musical de Brodway "The color purple", versión de la exitosa novela de Alice Walker del mismo título. Por recomendación del propio Quincy Jones, productor de la obra, decidió acudir a las audiciones, en las que consiguió el "rol" que le ha valido una nominación a los famosos premios "Tony" de teatro. Asímismo, ha trabajando como corista para Erykah Badu, el difunto Luther Vandross o Jennifer López, entre otros.

En la época actual, ante una industria discográfica regida únicamente por patrones comerciales, tal currículo no pasa desapercibido, por lo que no es de extrañar que ya dispongamos del disco debut de esta polifacética artista y madre soltera con visos de una gran carrera tanto en el mundo musical como interpretativo. Ni que decir tiene que la disciplina y responsabilidad impuestas por ocho representaciones diarias, seis dias a la semana, han de notarse en sus cualidades vocales, con una potencia envidiable y una tímbrica preciosista; cualidades, sin embargo, totalmente menospreciadas en su primer disco, publicado por Blue Note Records. Le puede pasar a cualquiera ("It can happen to anyone"), no lo dudo, pero la situación actual no es la más adecuada para "desperdiciar" (siempre entre comillas) una oportunidad de tal calibre.

"It can happen to anyone" inicia su andadura de manera brillante con el sencillo "Simple things", medio tiempo de reminiscencias soul, blues y gospel. "Heartstrings" mantiene la tónica del primer corte, al igual que la mayoría de los temas de la primera mitad del álbum, donde encontraremos una amplia representación de estilos: temas cercanos al pop ("Listen"), ligados al funk ("It can happen") , con fuerte presencia del r&b ("Get your shoes on", "Be with you"), que no harán sino rebajar el alto nivel del comienzo de manera gradual conforme avanza el álbum.

Pasado el ecuador del LP, "The world ain't ready" nos introduce en una historia de identidad sexual y condicionamientos sociales de asombrosa belleza lírica. Lamentablemente, a partir de este punto, el álbum se pierde en un terreno donde las componentes acústicas se funden con la instrumentación dance de "Somebody", el estilo hip-hop de "Sweat" o los elementos folk de "Next to you". Mención especial merece la balada "Wind beneath my wings" de gran influencia gospel.

"It can happen to anyone" no deja de ser una aceptable incursión en el mercado; sin embargo, una voz como la de Elizabeth Withers, cargada de inagotables matices, merece una producción más acorde a sus circunstancias. Tiempo habrá de comprobar si el futuro le depara una buena trayectoria profesional, de momento y evitando elucubraciones innecesarias, su disco debut está a la venta desde el 13 de Marzo.

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