Dwayne Smith “This is me” (2005)

Es increíble la cantidad de joyas que nos podemos llegar a perder por el mero hecho de que tengan menos repercusión mediática. Este This is me es un claro ejemplo de ello. Publicado en 2005, significa el sólido debut en solitario del bajista y productor Dwayne “Smitty” Smith.

Tras haber colaborado en discos de grandes de la fusión y del soul en los últimos años como Kirk Whalum, Everette Harp, Paul Brown, Howard Hewett o Jeffrey Osborne y llegar incluso a salir de gira con Anita Baker, este excelente artista nos sorprende con un trabajo repleto de buen Jazz/Funk instrumental. Su bajo restalla con fuerza durante todo el metraje del disco poniéndose de manifiesto enseguida sus particulares dioses en esto del bajo eléctrico; Marcus Miller, Jaco Pastorius, Larry Graham o Stanley Clarke son algunos de los que van desfilando por las cuatro cuerdas de Smitty a lo largo de todo el álbum, desembocando así en unos sonidos sedosos llenos de glamour y elegancia, en parte originados también por los grandes músicos que le acompañan en el estudio, entre ellos el saxofonista Gerald Albright, el vocalista Will Downing, el guitarrista Dwight Sills o el teclista Jeff Lorber.

Los medios tiempos con sabor a Funk son los protagonistas absolutos de este This is me, dando lugar a grandes momentos desarrollados en temas del estilo de “Funky G”, "Just a taste” o de la versión groove de “Palladium”, canción original del legendario Wayne Shorter. Mención aparte se merece la revisión del clásico compuesto por Stevie Wonder e interpretado por Michael Jackson “I can help it”, que aquí toca nuestro protagonista acompañado de unos coros maravillosos que vienen por parte del gran Will Downing y “YLKMS (Your Love Keeps Me Strong)” cantado a la perfección por el vocalista Tim Kepler que borda su interpretación en una demostración soberbia de lo que es elegancia.

Un disco que no por menos conocido, es de menor calidad. Más bien al contrario, pues irradia tanta fuerza como saber hacer y esto le permite no caer en algo en lo que caen en muchas ocasiones algunos miembros del movimiento denominado smooth jazz, es decir, que su música parezca más una música de fondo de sala de espera, que verdadera fusión entre soul, funk y jazz. Disco notable para un estupendo músico que, de momento, permanece injustamente en las sombras del anonimato.