Aaliyah - De "princesa del R&B" a leyenda
Aaliyah Dana Haughton
(16 Enero 1979 – 25 Agosto 2001)
Su nombre, cuya traducción del árabe es "la mejor", suponía una predicción en la carrera de esta estadounidense nacida en Brooklyn. Aaliyah es una de esas personas que nacen con estrella (o con un pan debajo del brazo) y es que no es poco ser la sobrina de Gladys Knight y que tu mentor sea R. Kelly, uno de los personajes más relevantes en la escena musical de los noventa.
Escuchar a Aaliyah, tras su muerte en un trágico accidente aéreo en el año 2001, deja primero un nudo en el estómago y con posterioridad una sensación de pena e impotencia por lo que pudo ser. Tres discos de estudio y más de cincuenta millones de copias vendidas en todo el mundo. La industria musical estaba a sus pies, la cinematográfica se frotaba las manos ante la que podría haber sido una de las estrellas mediáticas más importantes de la historia mientras que los jóvenes americanos hacían de ella un referente y ayudaban a labrar la imagen de leyenda viva que Aaliyah posee.
El comienzo
A la tierna edad de 15 años, tras firmar contrato con Blackground records (compañía de su tio Barry Hankerson) Aaliyah sorprendió a propios y extraños con "Age ain't nothing but a number". La edad no es más que un número cuando se cuenta con su talento y este viene acompañado por la creatividad en la producción y composición de R. Kelly. Este disco supuso una auténtica revolución en el panorama musical ya que se trataba de una innovación en el panorama del r&b de los noventa. Una fusión entre el hip-hop de la vieja escuela y el nuevo movimiento rythm and blues que empezaba a forjarse por entonces. Los vocales de Aaliyah suenan tremendamente potentes (a la par de extremadamente dulces) en este álbum, bien sea en conjunción con bases de hip-hop, bien en los temas más cercanos al soul acompañados por piano, sintetizador o batería (arreglos típicos del mejor r&b de los noventa).
La consagración
Dos años después veía la luz "One in a million" (término muy utilizado para referirse a Aaliyah), de la mano de los por entonces desconocidos Timbaland y Missy Elliot. Este disco volvió a situar a Aaliyah en los puestos más altos del Billboard y, adicionalmente, le llevo a conseguir la aclamación de la crítica, que alabó la posición más madura desde la que afrontó este nuevo trabajo.
Un sonido similar al del anterior álbum, a caballo entre el hip-hop y el r&b, pero con sensualidad renovada y cierta crudeza e intencionalidad que faltaban en su anterior disco, dejando a un lado su cara más dulce (aquella que le brindó en "Age ain't nothing but a number" el ser casi una niña). Rememoración de elementos jazz con saxos incluidos, incorporación de tendencias funk con sampleados y bajos y una calidad de producción inmensa hacen de este disco una verdadera joya.
En este momento fue cuando empezó a forjarse la meteórica carrera de esta cantante en otros ámbitos como el publicitario (firmó un suculento contrato con Tommy Hilfiguer) o el cinematográfico, llegando incluso a protagonizar dos películas en los años posteriores, "Romeo debe morir" (cuya banda sonora fue un auténtico éxito) y "La reina de los condenados", adaptación a la gran pantalla de la novela de Ann Rice y secuela de "Entrevista con el vampiro".
Disco homónimo
Ya en el 2001, después de reinventarse a sí misma y volver a introducir un nuevo sonido en la música r&b actual con la banda sonora de "Romeo debe morir" y temas como "Try again", llegó su disco homónimo y último de su carrera. Quizá la diferencia con sus anteriores trabajos radique en elementos algo más electrónicos y la eliminación del sonido "old school" en los temas up-tempo ("Try again", "more than a woman") así como la incorporación del soul más puro en fusión con elementos pop a la mayoría de los medios tiempos (grandes temas como "I care for you"). Seguía, por tanto, destilando gran talento vocal y, lo que es más importante, la intencionalidad desprovista de estrategia comercial además de un nuevo sentido de dramatismo en sus interpretaciones.
"Rock the boat" fue su último sencillo, ya que tras volver de la grabación del videoclip promocional del mismo, sufrio un terrible accidente de avioneta que le costó la vida a ella y a todos sus acompañantes.
Repercusión mediática e innovación musical
Aaliyah abrió una puerta por la que otros artistas han pasado durante todos estos años (incluso Mariah Carey con su Butterfly, que supuso su entrada por la puerta grande en la música negra, recuerda mucho al sonido Aaliyah). Sin embargo, existe una diferencia bastante notable y es que las condiciones o cualidades vocales de Aaliyah están muy por encima de las del resto de pseudoimitadoras (aquellas que solo tomaron la parte de imagen, desdeñando la innovación musical que esta supuso) que lideran las listas de ventas, amén de que su estilo innovador aunque comercial ha sido bastante degradado en la época actual, convirtiendo el r&b con tendencias soul de Aaliyah es nada más que pop de imagen negra y sonido electrónico.
Aaliyah se ganó a pulso el pseudónimo de "Princesa del r&b" y su muerte la elevó al nivel de "mito viviente" (como ya ocurriese con otros personajes como Elvis o Marilyn Monroe). Estoy seguro que de no ser por su repentino accidente, a día de hoy Aaliyah sería el personaje más importante dentro de la industria musical, al menos en EEUU, pero hay veces que la vida trunca todas nuestras expectativas de golpe. Muchas son las que han sido comparadas con ella, muchas son las que han pasado a ostentar su título sin llegar realmente a su nivel mediático (tal vez esto tenga que ver con la repercusión que la muerte, y esto es triste pero cierto, tuvo en su carrera), pero ninguna será lo que pudo haber sido Aaliyah, eso seguro.
Al menos, nos queda su música. Rest in peace.