Mariah Carey - Glitter


Estando al frente de un blog dedicado a la música negra, es indispensable hablar de la diva por antonomasia, Mariah Carey. Es bien cierto que Mariah hizo su debut dentro del mercado musical con un disco muy orientado al género pop (allá por el año 1989) pero su registro vocal así como el camino por el que ha discurrido su carrera musical la sitúan muy cerca de la música urbana y del sonido r&b y soul, siempre dentro de una temática pop, salvo en contadas ocasiones.

Estamos hablando de una artista que ha roto todos los esquemas posibles dentro del mundo musical. Descubierta por Tommy Mottola (el que fue su marido durante años y gran magnate de la industria), Mariah cuenta entre sus logros el ser la artista femenina más vendedora de la historia, la artista con la nota más alta registrada hasta la fecha (el registro vocal de Carey discurre entre 5 y 7 octavas), la que ha colocado más singles en el número 1 de la lista Billboard (solamente superada por The Beatles), la única artista femenina con dos singles en la primera y segunda posición de dicha lista respectivamente, la artista que ha conseguido estar más semanas en el número uno de dicha lista (con el mismo tema), solamente superada por ella misma, así como el increíble record de poseer la canción más radiada de la historia.

A pesar de ello, también ha pasado por malas épocas, como la que supuso la salida al mercado de su trabajo "Glitter", cuya fecha de publicación coincidió con los atentados del 11 de Septiembre de 2001 en New York. La crítica bapuleó y ridiculizó este trabajo (que servía de banda sonora de la película del mismo título que Carey protagonizó) para el que había firmado el contrato discográfico más caro de la historia hasta la fecha (que le reportaría unos beneficios de 100 millones de dolares tras la publicación de 5 albumes de estudio). Las malas referencias a este trabajo así como la situación de desazón e incertidumbre del pueblo norteamericano en aquel periodo de tiempo, propiciaron un sonado fracaso a nivel musical y la ruptura de las relaciones contractuales con Virgin (a pesar de llegar al número dos de la lista de ventas y despachar más de cinco millones de copias a nivel mundial), lo que llevó a Mariah a sufrir una profunda depresión, acrecentada por su ruptura sentimental con el cantante mexicano Luis Miguel.

A día de hoy, aún somos muchos los que nos preguntamos las razones por las cuales la crítica se cebo con este disco. Es innegable que la elección del primer single, "Loverboy", no fue la más acertada. Sin embargo, es un álbum plagado de grandes canciones, con un factor reminiscente importante hacia la década de los ochenta, con ritmos que discurren entre el funk, el r&b, la música disco, los arreglos jazz o baladas del estilo que encumbró la carrera de la "diva de oro".

El sencillo "loverboy (remix)", mezcla de pop y funk, abre el repertorio, tras él encontramos el medio tiempo "Lead the way", en el que Mariah, acompañada a piano, nos muestra todo su registro vocal con una potencia asombrosa. "If we" (quizá uno de los temas más flojos del disco) da paso a una temática distinta, cercana a la música disco (y bien digo cercana), junto a los vocales del rapero "Ja Rule". Tras él, los samplers de "I didn't mean to turn you on", que nos trasladan de pleno a las pistas de baile de la época. "Don't stop (funkin' for Jamaica)", que recuerda al fallecido James Brown, nos lleva a la parte más funk y jazz del disco. Para mí, un tema redondo, acompañado por un videoclip de gran gusto estético. "All my life", con arreglos jazzisticos y temática disco/pop. "Reflections (Care enough)", de nuevo la Mariah más clásica.

Llegado este punto, por si aún no se vislumbra la exquisitez y minuciosidad con la que Mariah Carey llevó a cabo este trabajo, nos regala una versión de "Last night a dj save my life", acompañada por "Dj Clue" y "Busta Rhymes", un tema brillante digno de la gran artista que es y que bien podía haber sido un revientapistas; guitarra acústica, bajo, sampleados y base cajeada acompañados por un registro melismático y sensual. Le sigue "want you", a duo con el vocalista "Eric Benet", uno de los mejores temas del disco sin duda alguna. El décimo corte del disco es "Never too far", el que sería segundo single de "Glitter", una de las baladas más íntimas de toda la carrera de Mariah, cuya letra llega directamente al corazón; un tema precioso, con una interpretación vocal impecable.

"Twister", otra de las baladas, más cercana a ser un interludio que una canción completa, posiblemente uno de los temas más insustanciales del disco. Como colofón final cierra el álbum, a modo de "bonus track", "Loverboy" en su versión normal, todo sea dicho de paso, bastante más discreta que la inicial.

En fin, "Glitter" nunca será un disco perfecto, primero porque deja el sabor amargo de saber que corresponde al mayor fracaso de la diva y segundo porque, a pesar de la brillantez de la gran mayoría de los temas, es cierto que alguno está mal enfocado dentro de este trabajo. Sin embargo es, cuanto menos, una colección de canciones bastante aceptable que cuenta con una amplia lista de colaboraciones, eso sí, dirigida por una de las mejores voces de todos los tiempos bajo la producción de uno de los "tándem" más profesionales y exitosos de la industria musical, "Jimmy Jam" y "Terry Lewis".

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