Angelique Kidjo - Djin Djin (2007)
Angelique Kidjo es la viva imagen de la globalización, del multiculturalismo y la fusión estilística. Con un currículum de infarto, que pasa por la publicación de más de una decena de trabajos, esta africana nacida en Benín, parisina de adopción y residente en Nueva York, pone en nuestras manos (o más bien en nuestros oídos) un álbum cargado de espiritual tradicionalismo, que nos traslada casi sin darnos cuenta a enclaves, tan místicos como remotos, del viejo continente africano. Todo ello aderezado con una suave producción, elitista donde las haya, que toma como eje central el soul - si bien sus influencias beben de Jimi Hendrix, Aretha Franklin, Carlos Santana, Miriam Makeba o el magnánime James Brown - formulando una suerte de fusión entre diversos conceptos y estilos como el jazz, lo latino, el raggae, la rumba congolesa o el gospel. Un "coctail" de un virtuosismo asombroso, repleto de humildad y amor por la música.
La cuatro veces nominada a los importantes premios Grammy, por mejor video musical en 1995 y mejor album de "músicas del mundo" en 1999, 2003 y 2005 respectivamente, no tuvo un comienzo sencillo. Enfrentándose a prejuicios sociales establecidos en su país, se convirtió en una de las primeras mujeres dedicadas al mundo del espectáculo, lo que le terminó obligando a abandonar su tierra natal para establecer su centro de operaciones en la capital francesa. Desde allí comenzó su participación en diversas formaciones relacionadas directamente con el jazz, lo que acabó culminando en la creación de su propia banda. Por entonces, Kidjo era quizás una de las artistas más populares de todo París.
De su andadura africana, y posterior encumbramiento en el continente europeo, Angelique deja muestras en un legado digno de mención, que incluye los elepés "Pretty", "Ayé", "Oremí", "Black Ivory Soul" u "Oyayá!", por destacar algún que otro trabajo. Domina a la perfección distintas lenguas, desde el yoruba o el fon, pasando por el francés y el inglés, lo que le ha permitido expresarse de muy diversas formas a lo largo de su trayectoria, dado que cada idioma comprende un registro vocal completamente distinto; una muestra más de una adaptabilidad al entorno musical propia de los grandes genios.
"Djin Djin" supone un nuevo acercamiento al sonido tradicional africano, después de la notable experimentación con el funk, r&b o trip-hop del álbum "Oremí". Para ello no duda en codearse con lo más granado de la industria norteamericana; colaboraciones de lujo como Alicia Keys, Santana, Joss Stone, Josh Groban, Ziggy Marley o Peter Gabriel abandonan su registro habitual para dotar a la última creación de Kidjo de un aura, si cabe, aún más impactante. Composiciones que parten del latin-jazz/afropop de "Ae Ae", el soul "étnico" de "Djin Djin" o el latin-funk (por utilizar un término que describa tal conglomerado musical) de "Gimme Shelter", para terminar ahondando en la rica herencia cultural de África en fusión con circuitos tan dispares como el jazz ("Papa"), la música árabe e hindú ("Senamou"), el folk ("Salala"), la influencia jamaicana ("Awan N'la", "Sedjedo") así como ligeros matices de un maravilloso rock acústico conceptualmente cercano al gospel ("Pearls"). El broche final, y en este caso de oro, lo pone su particular revisión del famoso "Bolero de Ravel", una delicia brillante a la par que arriesgada que Angelique Kidjo solventa con extrema facilidad. Todo ello cierra un álbum imposible de etiquetar que todo el mundo debería escuchar, al menos, una vez en su vida.