Betty Davis - Betty Davis (1973)
Si alguien marcó notablemente la vida y obra del genial trompetista y figura indiscutible del jazz, Miles Davis, esa fue su segunda mujer, Betty Mabry, modelo reconvertida en cantante funk tras un fugaz matrimonio con el compositor, en el año 1968. Betty dió a conocer a su por entonces marido a figuras inprescindibles de la época, como el guitarrista Jimi Hendrix o los vocalistas e innovadores funk James Brown y Sly Stone; influencias que indujeron al autor de "Kind of blue" a incursionar en el terreno del jazz fusión, convirtiendo así su estilo ortodoxo de la década de los sesenta en un sonido mucho más eléctrico, donde el acid-rock o el funk cobraron vital importancia.
Desdeñada como pocos por el público, censurada por los medios y perseguida por los estamentos más conservadores por su talante deslenguado, su actitud sexual y su crítica mordaz, Betty Davis vió transcurrir su carrera profesional entre las más absolutas sombras, si bien en sus obras cuenta con destacados músicos de la escena funk como Neal Schon (guitarra), Gregg Errico (percusión) o Larry Graham (bajo). Davis, entre sus innumerables contratos publicitarios y su labor como modelo, amén de gestar la idea de colaborar con el guitarrista Santana, dió forma a un álbum tan irreverente y políticamente incorrecto como ella misma. "Betty Davis" (1973) es un trabajo impregnado del funk más agresivo y psicodélico y un devenir rock que tiene su origen en Jimi Hendrix, con el que se rumoreó una relación que, según las malas lenguas, provocó su separación del trompetista.
Vinieron tras él "They say I'm different" (1974) y "Nasty Gal" (1975), que corrieron la misma suerte en el circuito comercial que su predecesor, lo que ha convertido la obra de Betty Davis en objeto de coleccionismo para los ácerrimos del funk.