Flavio Rodríguez - Flaviolous (2007)
La historia de Flavio Rodríguez es la de un artista por convencimiento. Su paso por "Buen color", exitosa agrupación vocal masculina de la década de los noventa, marca una ínfima huella dentro de una trayectoria plagada de amor por la música negra. Y es que Flavio ha estado presente en buena parte de los proyectos de este género desarrollados en nuestro país, bien aportando melodías vocales en temas de hip-hop (como es el caso del reciente "Una vida por delante" del rapero Nach) o r&b, bien como compositor (formó parte del equipo lírico de "Onírica" de Eddine Said), corista o "deejay" en las principales salas del país.
"Flaviolous", su álbum debut, dibuja un nuevo horizonte en el desamparado ámbito soul y r&b en España, un país donde esta cultura musical no solo no está arraigada, sino que presenta cierta aversión a su reconocimiento y posible desarrollo. Buena parte de culpa tienen las casas discográficas, siempre dispuestas a invertir en productos exentos de calidad, con enormes planes promocionales de los que se ven privados artistas del género negro hispano de demostrada valía; como el citado Eddine Said o, en este caso, Flavio Rodríguez.
Esta situación le obliga a costear la producción de su primer larga duración, cuya idea lleva gestando varios años y que es producto de innumerables sesiones de grabación con reconocidos productores y mcs de este país, a su vez, amigos y colaboradores habituales (en sentido inverso) del vocalista. JC Moreno, Cookin' soul, Soulfeenix, Quiroga, All day Green, Nach o Diana Feria forman parte de una larga lista de profesionales que aportarán su granito de arena en "Flaviolous". Un proyecto ambicioso que aglutina un amplio abanico de tendencias, entre las que destaca en mayor medida el r&b y de manera anecdótica jazz, funk, hip-hop o una variante del primero, el soul.Ni que decir tiene que la calidad a nivel de producción de "Flaviolous" es prácticamente inédita en España. Sin embargo, entre los veinte cortes que contiene el elepé encontramos algún que otro tema de menor calidad (además de alguna similitud con exitosos temas del r&b estadounidense), lo que facilita poco la evolución de una música negra de calidad en España y que contradice el gran nivel instrumental que Flavio acostumbra a mostrar en sus directos. Lo que no quiere decir, a pesar de todo, que no encontremos grandes temas. Destacarán "perlas" como "Debemos terminar" o "No habrá segunda parte" - sencillo de presentación del álbum - en el apartado r&b; "Gangsta" - tema de influencia reggae que se adentra en la historia de un traficante de droga - "Please, stop hatin" donde, junto a All day green, darán forma a uno de los mejores temas del elepé; "No llores más", "Baila conmigo" y una larga lista que se cierra con temas de influencia jazz, soul y funk, punto fuerte del debut discográfico de Flavio: "Darte lo que te mereces", "Quiero estar contigo" y como broche final "Mi destino".
Algo similar ocurre con las composiciones; aún habiendo demostrado una gran capacidad lírica en diversas ocasiones, "Flaviolous" nos muestra a un Flavio Rodríguez poco comprometido, que aboga por la sencillez en canciones casi monotemáticas, donde el sexo y el amor toman su principal baza. Se agradece, por otra parte, tal desafío; representar de forma tan directa hechos cotidianos en las relaciones sociales sin caer en la cursilería es una ardua tarea. No obstante, tal mérito se ve anulado en buena parte del disco por una mala estructuración (lo que obliga a la sencillez en el terreno vocal) y la utilización de una serie de típicos tópicos "made in América", que por coloquiales y burdos desmerecen una gran intencionalidad servida en bandeja de plata.Como aliciente, un excelente trabajo de diseño cuidado hasta el extremo, donde todo detalle está desarrollado con minuciosidad y, sobre todo, con mucha clase. Doble mérito si tenemos en cuenta que la gran mayoría de los discos publicados en tierras españolas dejan mucho que desear en este ámbito.
"Flaviolous" es, por tanto, un gran paso adelante en todos los aspectos, un disco que sienta cátedra tanto a nivel musical como en saber hacer y que consagra a Flavio Rodríguez como uno de los exponentes del movimiento en España. Como todo buen comienzo necesita su rodaje y, a pesar de que ciertas cosas pueden o deben mejorarse, todo indica que su próximo álbum, en el que ya trabaja, incidirá con mayor ahínco en fomentar un estilo cargado de buena instrumentación y excelentes composiciones.
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